miércoles, 12 de mayo de 2010


La calle es un medio para observar todo tipo de explotación laboral infantil. Los niños venden golosinas, pulen zapatos, cantan para los usuarios de transporte, cargan bolsas de mercado, etc. Estos son chiquillos que buscan conseguir beneficios económicos para el sustento de su hogar o el suyo propio. Gran parte de la sociedad está consciente de que los niños y niñas no deben trabajar sin embargo la realidad es otra. Desde pequeños ya son sometidos a cargar con una responsabilidad que les corresponde a los adultos. El drama de este ambiente es muy común en todo el mundo, auque no todos los niños venezolanos viven en una situación dolorosa, si es una verdad que la explotación laboral infantil persiste en el país.

No hay comentarios:

Publicar un comentario